que cubría su pecho.
El reflejo del amor irradiaba en una cómplice mirada
sin poder disimular el deseo de abrazarle y acariciar con su boca los labios de quién con sus
palabras la enamoraba.
Era la felicidad exponencial
a una cita,
la llamada de una pasión
olvidada…
Destino de dos corazones
dispares en sus tiempos
pero tan cercanos en el alma
que cuando en la distancia
fundian sus vientres
el tiempo de tanto amor
para ellos solo se paraba.
Poema propio.
Fuente de la imagen :
Cedida por su autor
Maestro pintor…
Josep Domènech i Sanchez