Nace del corazón una estela que se va dejando por el tiempo,
donde la mayoría aparta a un lado y alguno solo al suyo también sujeta.
Qué sufrimiento tan grande el de la espera…
El de creer que los demás harán por ti lo que por ellos tú haces y te desvelas.
Qué error más grande esperar de nadie nada que tú creas que te mereces.
Cuando la sensibilidad no es dueña,
cuando el sentimiento no hace escuela,
cuando el compromiso se pierde ya antes de que naciera.
Para que todo te importe menos…
¡A qué esperas!
Poema propio.
Fuente de la imagen… IA