Camina el ruido lento.
La palabra cada vez más corta en su garganteo
y los años alargando sus entresijos y contrastes en el pensamiento.
El café sin quedarse frío se pierde en el tiempo.
Ya no es necesario para la vida un rápido expreso
ni el mismo lugar donde beberlo,
Solo queda fijarse como en todas las cosas en su color
y ante los ojos sentir que siempre fue negro,
la taza algo redonda y un platito normalmente blanco donde descansa
el azúcar y la cuchara que le acaricia por dentro.
Ha tenido que ser ahora,
ahora que queda para nada menos tempo
mirar las cosas en pausa como se muestran y son, no como los demás querían que las viera porque hasta mis tiempos siempre fueron sus
tiempos y dueños de mi razón.
Poema propio.
Fuente de la imagen… IA