Arrímate a la ventana de la vida y mira el sol tras los cristales, cómo de felicidad hará que al mundo brille tu escondida sonrisa.
Deja los problemas en la almohada, deja los sueños que solo se pueden soñar. Piensa en lo que miran tus ojos y no en lo que ven los demás.
Pierde el tiempo donde quieras perderlo, piérdete en el tiempo con quien tengas que perderlo, y apártate de quien solo te quiere para su “te quiero”, de quien solo eres un payaso para saciar su soledad.
Arrímate a conocerte y quererte como los demás nunca podrán hacerlo. Acércate a la ventana de la vida, porque la vida, sin despedirse de ti, en cualquier momento se va.