TÚ… MI COMPLEMENTO

Esclavos de nosotros mismos
en un tiempo donde vivimos nuestro secreto amor.

Libres…
en un lugar sin puertas ni ventanas, sin paredes que
fijarán ningún raso cielo
en una casa imaginaria que solo respiraba amor.

Nos quisimos cada instante
desnudos en cuerpo y alma,
como ruido teníamos
el silencio de la palabra
y el latir de nuestros vientres
cuando pegados y al compás…
se respiraban al mismo son.

Nuestro fuego
dejó en el aire nuestras cenizas y la flama de un adiós.

Imaginaria casa
de la que nada quedó.

No volvimos a ser
calor de otra leña,
y en el frío de nuestra ausencia…
murió nuestro corazón.