Somos agua que se disipa
por donde se camina,
que a veces se estanca y se encuentra perdida
entre los matorrales de la vida.

Así nos perdemos por los días.
Son tantas las puertas abiertas
por donde cruzar sin saber
lo que te espera en la otra orilla,
que cualquier esquina es buena
cuando, al doblarla,
decides si serás feliz
o un sinvivir en tu compañía.

Somos espuma de instantes,
de sueños que al amanecer se olvidan,
de momentos sin recuerdo,
de un tiempo pasajero
que en un suspiro humedece las mejillas.





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