Quedarán por los rincones mis
viejos papeles escritos,
de momentos solitarios compartidos entre versos,
manchados de ilusiones y sueños que siempre vivieron conmigo,
sin querer ser daño en nadie,
porque el daño, desde que nací,
siempre lo quise para mí mismo.

Quedarán por los rincones mis
viejos papeles escritos,
a la mentira de la vida, aunque ella siempre nos quiso,
al desengaño de quien dice que te quiere,
porque solo se quiere a uno mismo,
a no ir contracorriente, porque si no,
eres del cordaje, en ningún sitio eres recibido.

Quedarán por los rincones mis viejos papeles escritos.
Solo pido que, cuando llegue el día,
ese día en el que me haya ido,
los guarden en un sobre y, donde vaya, los acompañen conmigo.
No sé si será cielo o infierno,
pero sé que serían ceniza
si es que no los llevo conmigo.

Quedarán por los rincones mis viejos papeles escritos.
Qué feliz fui en ellos
cuando eran mis sentimientos
los que escribían cuando solo estaba conmigo.