No es la palabra lo que más duele,
es el silencio recibido de a quien con el corazón más se quiere.

No es la distancia quien de la vida más nos aleja,
es el desprecio cercano aunque seamos mantel en la misma mesa.

No es un adiós lo que más quebranta,
es estar al lado de quien no te mira y a tus ojos calla sin decirles nada.

No es la noche lo que más oscurece,
es la ausencia de luz aunque el sol por la ventana amanece.

No es la palabra lo que más duele,
es ir perdiendo el retrato de a quien un día dijo que te amaba y otro sin saber por qué dejó para siempre de quererte.



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