No te pido nada…
que no te pueda pedir.
Te ofrezco mi vida,
aunque tú…
nada ofrezcas a mí.
Te digo lo que tú
no me puedes decir…
y es que te amo tanto,
que de amor,
solo y conmigo…
me perdí.
En radiantes versos
amanece mi corazón,
y en tristes letras
anochecen...
en poemas por tu ausencia
riman de dolor.
Porque mis ojos…
y los tuyos…
no pueden verse,
y son otros labios
donde descansa tu pasión.
Por eso es que yo te digo
lo que tú…
a mí
no puedes decir.
Y es que por tu amor sueño,
sin tú saber siquiera
quién soy yo.