Todo era calma.
Las olas soñaban pero no dormían,
eran silencios las palabras,
que nada decían,
y a lo lejos el horizonte…
que con mis ojos se perdía.
Tras las nubes el sol se escondía,
la lluvia con su canto amenazaba,
y en medio del sosiego
mi corazón latía.
No quise otro momento en mi vida
que no fuese aquel encuentro,
me enamoré de su instante
y de aquel cuadro de fantasía,
sin rumbo…
navegamos hasta perdernos.
Mi barca y yo…
mañana será otro día.
Poema propio.
Fuente de la imagen:
cedida…
Autor… Pintura, Dolores Vargas López.