

Hasta siempre, mi amigo.
Fijo en el pensamiento,
te escribiré si puedo
en mi próximo trece de enero,
si es que no estoy contigo».
Así te despedí el año pasado,
y es por eso que hoy te escribo.
Ochenta y siete años de edad,
solo son ya veinte cinco
los que no estoy contigo.
Sangre de mi sangre,
mi único y verdadero amigo.
Cuando el tiempo nos hace lejos
y la distancia no es camino,
vuelvo con mi pena a decirte
que el próximo 13 de enero,
volveré a escribirte si
es que juntos no vivimos.
Felicidades, papá,
feliz cumpleaños,
y que Dios…
te tenga en buen sitio.

Poema propio.
Fuente de la imagen… Propia.

