a la espera de una llamada que a veces se convierte en grito,
el golpear de una palmada o el aullido de un silbido.
Viaja con un trapo
y pequeña silla, una caja de betún
y un cepillo.
Le acompañan rodillas rocosas
que al suelo se doblan
siendo en un tiempo servil
dando a unos zapatos descuidados
de cuero el brillo.
Señores placenteros
que por unos chavos
sienten la esclavitud a su servicio.
Limpiabotas, lustrador o bolero,
niño o mayor empobrecido,
sabedor de un mundo desigual…
conocedor de un mundo mal parido.

Poema propio.
Fuente de la imagen:
https://pin.it/5aAFsCf

