
el rojizo firmamento dibujaba
un cielo de terciopelo
cuando junto a la tierra
su esplendor descansaba.
Encontró mi mirada
una eterna paz en armonía,
la belleza del momento
derramaba de mis ojos
lágrimas de consuelo
que empapaban mi alma.
El prodigio de la existencia
se apoderó de aquel instante,
esencia de un atardecer y de una vida
por la que valió la pena solo nacer
y soñar…
sin volver a despertarse.
Poema propio.
Fuente de la imagen:
https://www.cuadrosya.com/cuadros-atardecer-en-el-mar-40-x-30-cm/

