Ya nada es igual,
Momentos de cambio pasean por nuestras vidas tan rápido que no da tiempo a saber de la intención de su verdad,
La inmediatez gana al sosiego,
Lo fugaz al reposo de la sensatez,
lo personal a lo colectivo,
y la vejez se deja a un lado porque parece que ya solo sirve para su poco comer.
Ya nada es igual.
En la farmacia se puede comprar pan,
en la panadería todo menos pan,
en la charcutería chicle para masticar,
y en la carpintería» perdón»,
que ese oficio ya no está.
Así que no es de extrañar
ir a la iglesia en chándal
con un tatuaje de Batman
sin peinar ni maquillar,
ver al orador llegando tarde por qué su locomoción sin batería está.
Ya nada es igual…
Ahora la palabra es pecado,
y los malos actos por su mil versiones en duda siempre están.
Poema propio.
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