Momento de ensueño,
sonrisas desenfadadas en las miradas.
Tiempo de juegos y tiernas palabras,
blandos corazones en la noche
que poco a poco se hace vieja.
Instante de ilusiones…
hijos al lado de ellas,
recuerdo sin descuido que no se aleja.
Sin el olvido por un momento de quién 24 años
al calor de la mesa ya no se sienta.
¡PADRE!,
así vivimos
entre presencias y tu ausencia…
la cena de nochebuena.
Poema propio.
Fuente de la imagen… Propia