
Me pilló casi sólo
y recostado junto a él,
sus manos abrazaban las mías,
«me dijo» :
¡Tócame, qué frío tengo en el cuerpo y que sudor tengo en la piel!
El dolor apartaba
de sus ojos los míos.
Vi la muerte en su alma
y en la agonía de su último suspiro
el vaho de su último aliento
en la mía para siempre
también se guardó .
Se fue queriendo aún vivir la vida,
nadie lo entendió,
yo tampoco entendí ese día
y parte de la mía…
con mi padre también murió.

Poema propio.
Fuente de la imagen… Propia

