
sin nada que perder,
a un feliz gran bebedor
sin ya nada que beber.
Me acercó un saludo sereno
y una mirada de un tiempo que en terapia nos faltaba…
alma angustiada que aceptaba su sinrazón de ser.
Escribía Modesto, con pequeño lápiz en su libreta sentado
bajo una lluvia fina,
en el banco solo le acompañaba una bolsa con cervezas vacías,
y una calle donde solo el aire
escuchaba
lo que nuestros ojos decían.
Seguí contento a mi destino,
aunque al principio del encuentro
solo el juicio del contenido de la bolsa busqué…
Nos hablamos con el corazón,
mi alma solo vio
un hombre de bien,
dijo quizás de… volvernos a ver
a otra casualidad buscada,
quizás yo con mi pena,
¡y él!
con su alegría,
feliz de ser lo que es.
Así que los dos
en modo de enfermos,
uno quizás por no hacerlo
y el otro por no dejar de beber,
con un hasta siempre…
quizás mañana brindemos en otro solitario banco,
con el licor de un no se qué.
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Poema propio.
Fuente de la imagen:
https://www.alamy.es/imagenes/hombre-borracho.html

