vivió mi interior solo calvario.
Fui sierva de placeres,
de tantos amantes sin tener amado.
¡Qué pronto me hicieron vieja
y con tan pocos años!
Me alejaron niña de mi familia,
la culpa, algunos centavos,
las noches no eran mías
y entre sollozos se perdían
mientras mi cuerpo
era siempre agitado.
¿Qué había hecho
para merecer tanto?
¡Si mi error fue nacer
donde vale más el grajo!
Pido perdón si es que hago daño,
de este mundo me voy
sin que dios
a mi puerta haya llamado.
Poema propio.
Fuente de la imagen.
Cedida por su autor.
Maestro pintor.
Josep Domènech i Sánchez