
el pulso añejo
de tantas cosas no escritas.
Recuerdos ya lejanos
de quienes por nada
en sus vidas me querían.
¡Ay mi memoria ya marchita!
Marcho en silencio sin
con nadie despedida,
al lado de los que un día se amaron
y me dieron la vida.
¡Cómo echo de menos a mis padres…
tanto ahora como en vida!

Poema propio.
Fuente de la imagen… Propia

