
de desorden y deseos,
vida cautiva y presa
entre fantasías y recuerdos.
Sin esperar nada de nadie
las pequeñas cosas se
vuelven gigantes,
haciendo de añorados instantes
sus grandes momentos…
el beso de una madre,
el olvido de un ya mayor abuelo,
las caricias de otros labios
que se pierden en perdidos besos,
el anhelo de un hijo cuando a los ojos no puedes decirle
«hijo cuánto te quiero»
Ahora es el instante,
ahora es el momento
de juntarlo, sentir y vivirlo todo,
decir en libertad y a gritos…
Vida cuanto te quiero.
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Poema propio.
Fuente de la imagen:
https://pin.it/1Ndv9zG

