Quisiera volver a ser niño,
mirar la vida de nuevo
con los ojos de aquella inocencia.
El anhelo de un nuevo día,
sintiendo en el despertar
la voz de aquellos que perdian su vida…
para poder yo tenerla.
Padres de una generación pérdida.
Escasos de colegio,
de pies casi descalzos,
de medios cigarros en los bolsillos,
huérfanos de libertades
y ricos de pobreza.
Entre iglesias y bares
paseaban sus ratos,
por las calles rodando,
balones de trapo,
queriendo ser toreros, campeones boxeadores,
famosos de cualquier teatro,
y en los casinos
la realeza…
con humillantes y despreciables tratos.
El baño era palangana,
el vater, escupidera
y en el cine de verano
sillas de guita…
enredadas en madera.
Padres de generación perdida
y maltratada,
engañados con uniformes y banderas,
marchas militares…
conquistar fronteras.
Padres de generación perdida.
¿Quién luchó por vosotros?
¿Quién defendió vuestra guerra?
Padres de generación perdida.
Perdidos padres de la postguerra.

Poema propio.
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