

la resaca del momento.
Ilusión guardada
y que por fin su instante
se hará eterno…
con todos los que quisieron
vivir ese mágico encuentro.
Fueron muchos días de palabras,
alguna comida por medio,
cuatro sentidos unidos por un sueño:
Joan, Emma, Isidro
y la mano que está escribiendo.
Qué felices en nuestras cruzadas miradas,
en improvisados abrazos
nos fundimos sin tiempos,
dos palabras en el susurro.
Casi en lágrimas…
¡Bien hecho!
Homenaje a Josep Madurell…
Valió la pena su esfuerzo.

Poema propio.
Fuente de la imagen… Propia.

