
y a mis hijos,
me cambiaste por dinero y
yo tuve que cambiar de sitio.
Me acerqué sin ti
a mi espiritu de pobreza,
y en el rincón de cualquier calle,
día y noche vivo mi tristeza.
Ahora que nadie soy…
¡Maldito dinero!
Solo sueño
que de tu nuevo capricho,
recibas el mismo pago
que tú hiciste conmigo.
.gif)
Poema propio.
Fuente de la imagen:
http://dormiteca.com/sonar-con-abandono/

