Vestí de gris mientras ella
se casó de blanco.
Bujalance (Córdoba),
única iglesia donde
con testigos sellamos para toda la vida nuestro nupcial contrato.
Ha llovido tanto y tanto…
Hemos vivido de todo.
Pasiones y desencuentros que
por instantes como alguna vez todos uno del otro
estuvimos alejados.
Tristes y felices días
vinieron a visitarnos
pero siempre juntos y contra interesados vientos
la vida fuimos
poco a poco aceptando.
Hoy solo son 40 años
de aquel domingo 4 de septiembre donde ante Dios
le aparté el velo de la cara y
con vergüenza en el altar
nuestros labios
para siempre se besaron.
Poema propio.
Fuente de la imagen… Propia