
para siempre el tiempo.
Me acostumbré al dolor
de sus momentos,
a tu ausencia,
a no ser ya cómplice de tus deseos.
Tus palabras en mí
se volvieron tormento,
me quedó como compañero
el silencio,
recogiendome en mi interior
y dejando que se escaparan
todos mis sueños.
Aún no he podido dejar de amarte,
aunque yo a mí…
sin ti ya no me quiero.

Poema propio.
Fuente de la imagen :
Cedida por su autor.
Maestro pintor :
Josep Domènech i Sánchez

