Sentí en las mejillas
el oleaje del fuego
queriendo borrar cualquier atisbo
que pudiera acercarse
al pensamiento.
Nadie yacía por el sendero,
solo la luz de la luna iluminaba bajo aquel árbol mi necesario silencio.
Me aparté por un momento
de la rutina,
de las frases hechas sin sentimiento,
de la continua queja
predominando como sujeto…
siempre el maldito dinero.
Llegué por un momento
a ser feliz,
por un momento la esencia de la vida aquella solitaria noche
me derramó consuelo.
Poema propio.
Fuente de la imagen:
http://www.rosee-letters.com/2019/01/09/inspiracion-la-red-social-de-las-