Abrigo cada noche mis sueños, ilusiones añoradas por un mañana diferente, para volver a sentir aquello que, desde hace tiempo, ya no siento.
La sonrisa como rutina, el cariño y su amor sincero, la dulzura en la palabra y una mirada limpia y sin miedos.
Es por eso que ya no pido de tu boca un beso, es por eso que ya no pido que me ames, porque de tu amor hace tiempo que no tengo. No te pido que, sin querer, estés a mi lado, porque aunque estés cerca, ahora cerca no te tengo.
Así pasan mis días... Esperando un amanecer que despierte con el sosiego y que estas grises y tristes letras solo sean fruto de una pesadilla en un mal sueño.