Nada viene para quedarse.

Los sueños no pueden aferrarse,
las palabras al viento ya no pueden guardarse.
Los momentos felices pueden recordarse,
y las penas solo pueden olvidarse.

Se va la vida a cada instante,
sin poderla retener, como el día muere en su noche.
La ilusión, cuando ya se tiene,
como ilusión muere.
Y la manija del tiempo pasa y,
ante nuestra mirada, no deja de escaparse.

Nada viene para quedarse.

Podemos ser mejores de lo que somos,
amar a quien se odia,
sentir la vida para que nos sienta,
y no estar con quien contigo no quiere quedarse.

Nada viene para quedarse.
Por eso quiero vivir en mí,
y conmigo solo quiero de todo olvidarme.





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